Adnkronos Milán, 23 de abril (Adnkronos) – «El 25 de abril es un día que debe pertenecer al pueblo, a la memoria de la Resistencia, a quienes aún luchan contra la opresión, la ocupación y el imperialismo. Por eso, saldremos a las calles de Milán, junto a los partisanos y siguiendo la lucha que ellos han trazado». Así comienza el llamamiento que los Jóvenes Palestinos de Italia, la Unión Democrática Árabe-Palestina y la Comunidad Palestina de Lombardía difundieron en las redes sociales en vísperas de la Jornada de la Liberación que los verá como protagonistas en la procesión en Milán.
Es hora de devolverle al 25 de abril su significado político, radical y popular. Por eso, exigimos encarecidamente abrir la procesión, junto con los partisanos y quienes hoy perpetúan su memoria. Nuestra presencia al frente de la procesión no es una petición simbólica, sino una postura política precisa: queremos y debemos estar al frente, como expresión viva y actual de la Resistencia, porque esa lucha no ha terminado y continúa hoy también en Palestina. Cualquier otra posición sería un intento de silenciar el verdadero significado de este día», reza el mensaje que anuncia la concentración a las 12 en la parada de metro de Palestro, junto a los jardines de Porta Venezia, donde la manifestación comenzará a primera hora de la tarde.
Hoy más que nunca, consideramos inaceptable que en la marcha antifascista también haya espacio para figuras y grupos que representan el sionismo, el colonialismo y la guerra. No puede haber espacio, en un día como hoy, para quienes apoyan la opresión del pueblo palestino, para quienes legitiman los bombardeos, el genocidio y la ocupación. No puede haber espacio para los belicistas, para quienes usan la palabra 'Resistencia' solo cuando les conviene y la pisotean a diario en la realidad. Para nosotros, hoy, la resistencia palestina es la heredera y la encarnación más auténtica del espíritu partisano. (…) Así como los partisanos italianos lucharon contra el nazismo, hoy los palestinos luchan contra una opresión que tiene nombres, aliados y armas reconocibles. (…) Hagamos oír alto y claro la voz del verdadero antifascismo, que no se doblega ante los dictados de la política institucional, que no acepta ver la memoria de la Resistencia vaciada y cooptada con fines partidistas.