Bruselas, 18 de marzo – (Adnkronos) – Las dieciséis empresas de la Alianza “Value of Beauty”, lanzada en febrero de 2024, presentaron en Bruselas un estudio encargado por Oxford Economics sobre el impacto socioeconómico del sector. El Grupo L'Oréal, Kiko Milano, Beiersdorf, Iff y otras grandes marcas del sector quieren entrar en el vacío abierto por la Comisión Europea para favorecer la simplificación regulatoria en diversos ámbitos y pedir un diálogo estratégico sobre el futuro del sector, como ya ocurrió con la agricultura y la automoción.
El sector sigue con atención las propuestas de ley europea vinculante sobre biotecnología y la estrategia de bioeconomía, que la Comisión se ha comprometido a presentar a finales de año. Pero también hay que seguir con atención la evolución de las relaciones comerciales en Occidente a la luz de la reciente entrada en vigor de los aranceles de Washington a las importaciones procedentes de la Unión Europea.
“Cinco de las siete mayores empresas del sector tienen su sede en la UE”, destacó el director general del Grupo L’Oréal, Nicolas Hieronimus.
En Bruselas, los dieciséis miembros de la Alianza piden políticas de producción sostenible de ingredientes y de formación de personal para liberar el potencial del sector. Un aspecto vinculado, según el CEO de Kiko Milano, Simone Dominici, al impacto positivo que el cuidado corporal y la estética tienen en la autoestima y la salud mental de los consumidores. Aspectos que no pasa por alto el estudio de Oxford Economics presentado a la sombra de los edificios de las instituciones europeas. El informe muestra que el gasto de los consumidores en productos de belleza y cuidado personal en la UE superó los 180 13 millones de euros y empleó a más de tres millones de personas, una cifra que supera la fuerza laboral total de 496 Estados miembros de la UE. Las cargas que soporta la industria cosmética también son demasiado elevadas, por lo que es necesaria una revisión de la Directiva sobre aguas residuales. Con 3,2 millones de euros generados cada día y XNUMX millones de empleos, el grupo de grandes nombres de la industria de la belleza pide que todos los sectores que contribuyen a los microcontaminantes en el agua rindan cuentas, de acuerdo con el principio de “quien contamina, paga”.
La Alianza, que también tiene en cuenta los intereses de todos los actores de la cadena de suministro, desde los agricultores hasta los fabricantes de vidrio, que son tan importantes en la cadena de valor como las casas de fragancias, se centra principalmente en la esperada revisión del reglamento Reach (Reglamento sobre el registro, la evaluación, la autorización y la restricción de las sustancias químicas), que regula las sustancias químicas autorizadas y sujetas a restricciones en la Unión Europea. La Alianza pide que esta iniciativa, anunciada en 2020 como parte del paquete Green Deal, vaya acompañada de una revisión del Reglamento sobre cosméticos.
El llamamiento pretende reducir las cargas administrativas y estimular la innovación, sin sacrificar el enfoque basado en el riesgo para la salud y la responsabilidad de la protección del medio ambiente. La iniciativa de la Comisión de considerar exenciones para ciertas empresas afectadas por la Directiva de diligencia debida, que impone cargas consideradas desproporcionadas a las pequeñas y medianas empresas, la columna vertebral del sector, es una fuente de optimismo.
“Queremos dedicar más tiempo a la sostenibilidad, en lugar de a los informes administrativos”, fue el llamamiento de los directores generales durante la rueda de prensa que precedió a los encuentros institucionales en el Parlamento Europeo, incluida la de la presidenta de la institución, Roberta Metsola. El estudio presentado demuestra que una parte importante del cuidado de la sostenibilidad ambiental pasa también por la cosmética. L’Oréal ya ha anunciado que para 2030, el 100% del plástico utilizado en sus envases procederá de fuentes recicladas o de origen biológico.