Roma, 13 de junio (Saludos Adnkronos) – Un cuestionario promete cambiar la historia del cáncer de estómago. Se llama GastroForm, consta de 79 preguntas y, próximamente, se lanzará un estudio para su validación científica. En 2024, en Italia se estimaron aproximadamente 14.100 nuevos casos de cáncer gástrico, pero menos del 20 % se identifican en la fase inicial, lo que resulta en una supervivencia a 5 años de tan solo el 32 %.
Una clara diferencia con respecto a Japón y Corea del Sur, donde supera el 60 %. De hecho, en muchos países del Este, la gastroscopia es una de las pruebas de cribado anticancerígeno garantizadas por los sistemas nacionales de salud, mientras que hasta la fecha no existen estrategias para el cribado del cáncer de estómago, ni siquiera en Italia, sino en ningún país occidental. GastroForm forma parte de Gastroscreening (www.gastroscreening.it), uno de los primeros proyectos en Europa que busca identificar a las personas con riesgo de desarrollar cáncer de estómago mediante una prueba de primer nivel. El estudio para la validación científica del cuestionario se presenta hoy en Brescia, en la conferencia nacional «Road to Gastroscreening/3», con la participación de médicos clínicos, epidemiólogos, patólogos, biólogos moleculares, instituciones y asociaciones de pacientes.
En Japón y Corea del Sur, la adherencia al programa de cribado gástrico es alta y supera el 70 % —explica Gian Luca Baiocchi, cofundador y director científico de RicerChiAmo Onlus, director de Cirugía General del Hospital Adjunto de Cremona y catedrático de Cirugía General de la Universidad de Brescia—. En Italia, donde el cáncer de estómago es menos frecuente, no es posible adoptar el «modelo oriental», debido también a las enormes diferencias culturales que dificultarían la adherencia a una prueba invasiva como la gastroscopia en Occidente. Además, si esta prueba en nuestro sistema sanitario se extendiera a todos los ciudadanos mayores de cierta edad, no cumpliría los criterios de coste-efectividad, como ocurre, en cambio, con la mamografía, la prueba de sangre oculta en heces y la citología vaginal o la prueba del VPH, utilizadas durante mucho tiempo para el diagnóstico precoz, respectivamente, de los cánceres de mama, colorrectal y de cuello uterino.
Por esta razón, continúa el especialista, «partimos de la necesidad de identificar una prueba de primer nivel, no invasiva, de muy bajo coste y relativamente específica para esta neoplasia, con el fin de realizar una evaluación inicial de la población de riesgo, a la que posteriormente se podría recomendar la gastroscopia. Solo así es posible aumentar el número de diagnósticos precoces. En 2022, desarrollamos una primera versión de GastroForm, con 38 preguntas, y la aplicamos a aproximadamente 5 personas de entre 40 y 80 años. Con base en las respuestas, se recomendó a más de 600 ciudadanos someterse a una gastroscopia. En la segunda fase del proyecto, se perfeccionó el cuestionario, gracias a la participación de epidemiólogos del Instituto Mario Negri de Milán». En este sentido, continúa Silvano Gallus, jefe del Laboratorio de Investigación sobre el Estilo de Vida Mario Negri, «al analizar toda la literatura científica, aumentamos el número de preguntas de GastroForm, elevándolas a 79».