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El último adiós al Papa Francisco en la Basílica de Santa María la Mayor

El Papa Francisco en la Basílica de Santa María la Mayor

Una multitud conmovida rinde homenaje al Papa enterrado en la histórica basílica romana.

Una mañana de emoción y respeto

Esta mañana, a las 7, la Basílica de Santa María la Mayor ha abierto sus puertas a los fieles que quieran rendir homenaje al Papa Francisco, recientemente enterrado en esta histórica iglesia situada en el barrio del Esquilino de Roma. La ceremonia atrajo a una multitud de personas, unidas por el deseo de expresar su afecto y respeto por un pontífice que ha marcado profundamente la historia reciente de la Iglesia católica.

Bienvenida y homenajes florales

A la entrada de la basílica, el rector, el cardenal Rolandas Makrickas, dio la bienvenida a los fieles y presidió la ceremonia con gran dignidad. Los visitantes, en fila ordenada, se acercaron a la tumba del Papa Francisco, caracterizada por una sencilla lápida con la inscripción “Franciscus”. Muchos de ellos llevaban consigo una rosa blanca, símbolo de pureza y de amor, recordando la flor de Santa Teresita, citada a menudo por el Papa durante su pontificado.

Testimonios de cariño y agradecimiento

Entre los fieles presentes destacó Florentine, una enfermera originaria de Benín, quien viajó a Grenoble, Francia, para asistir al funeral y rendir homenaje a la tumba del Papa. «Quería una Iglesia para los pobres, corazón del Evangelio», afirmó emocionada. Diana, una australiana de 43 años, también quiso expresarle su cariño: “Era el Papa de todos”. La diversidad de personas presentes, incluyendo aquellas que no se identifican como católicas, como Roberto, un romano de 66 años, demuestra el impacto universal que ha tenido el Papa Francisco. Me impactó una de sus frases: «Es mejor vivir como ateo que vivir como cristiano y hablar mal de los demás. Soy ateo, pero si puedo, hago el bien a los demás», dijo Roberto, subrayando el legado de amor y respeto que dejó el Papa.