El silencio cae en la Cámara, pero no dura mucho. El aplauso, el verdadero, estalla sólo cuando Matteo Renzi cita a De André. Palabras duras, como siempre: “Al ver morir a este hombre, madre siento dolor, madre he aprendido a amar”. Por un momento, la política se detiene. O eso parece.
El Gobierno conmemora al Papa Francisco: entre polémicas y gestos de distancia política
El resto de la conmemoración de la gobierno per Francisco? Es un campo minado. Los parlamentarios se reunieron para rendir homenaje al difunto Papa, pero las grietas son evidentes. Elly Schlein no hace descuentos, habla de hipocresía, denuncia a quienes hoy lo celebran pero ayer ignoraron sus advertencias. Y mientras termina su discurso, Giorgia Meloni se cubre el rostro con la mano. Un gesto, sólo uno, pero lo dice todo.
Giuseppe Conte también realiza un disparo lejano y luego hunde. Acusa de “palabras vacías”, acusa a quienes predican el odio, a quienes hablan de guerra sin escuchar al hombre que hablaba de paz todos los días. “Es un teatro desordenado de hipocresía”, susurra, y para muchos, el término permanece fijado en sus cabezas.
En los pasillos del Parlamento, donde los diputados se reúnen entre sesiones, el aire es ligero, quizá incluso demasiado ligero. Hay quienes bromean, quienes envían selfies con el chiste: 'Eres el único que falta en el cónclave'. ¿La sobriedad requerida? Él se escapa, pero luego regresamos a la Cámara, todos serenos, o casi.
El Papa Francisco y el Gobierno: entre conmemoraciones, diferencias políticas y aplausos
Fontana define Francisco “pastor entre el pueblo”. La Russa lo celebra por su valentía, su voz por la justicia. El minuto de silencio se hace más largo. Se convierte en aplauso. Largo, lleno. Ovación de pie.
Luego vienen las distancias, el Partido Demócrata también aplaude a los exponentes de Fratelli d'Italia y Lega. No a Gasparri. Su discurso es una respuesta. Afilado. Se hunden “las muchas hipocresías” de quienes citan a Francisco pero nunca lo han escuchado realmente.
Schlein ataca el clima, los migrantes y la atención negada a los pobres. Conte reivindica sus palabras sobre la pandemia y sobre Gaza. “Nadie se salva solo”, recuerda.
Meloni es el último. De pie, entre Salvini y Tajani. Habla de un Francesco privado y directo. Un Papa que “rompió el molde”. ¿Último consejo? “Nunca pierdas el sentido del humor”. Ella sonríe.
Renzi, en el medio, golpea a todos. Izquierda y derecha. Cita “El Testamento de Tito”. Acusa a los que olvidan, a los que distorsionan, a los que conmemoran sólo por conveniencia. Los llama fariseos.
La política y la gobierno di hola Francisco. Pero como siempre, lo hace a su manera.