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El Papa y la Iglesia greco-católica ucraniana: un encuentro de esperanza

El Papa se reúne con líderes de la Iglesia greco-católica ucraniana

El Papa recibe al jefe de la Iglesia greco-católica ucraniana, un gesto de solidaridad en tiempos de guerra.

Una reunión significativa

El reciente encuentro entre el Papa León XIV y Sviatoslav Shevchuk, jefe de la Iglesia greco-católica ucraniana, tuvo lugar en el Palacio Apostólico y representó un momento crucial para la comunidad ucraniana en un momento de gran sufrimiento. Durante la audiencia, Shevchuk expresó su gratitud al Pontífice por sus constantes llamamientos para poner fin a la guerra, calificándolos de “un verdadero bálsamo espiritual para el alma herida del pueblo ucraniano”.

Estas palabras resuenan con fuerza en un contexto donde la guerra ha devastado vidas y comunidades, dejando profundas cicatrices.

Un llamado a la paz

Shevchuk aprovechó la ocasión para invitar al Papa a realizar una visita apostólica a Ucrania, subrayando la importancia de tal gesto. “Cuando San Juan Pablo II vino a nosotros, los ucranianos creían que el comunismo nunca volvería a nuestra tierra”, recordó. Hoy, en un contexto de conflicto, la esperanza es que la presencia del Papa pueda contribuir a detener la guerra. El Arzobispo transmitió la invitación de millones de ucranianos, deseosos de recibir una señal de cercanía y apoyo del Pontífice.

El papel de la Santa Sede

El Papa aseguró a Shevchuk su apoyo al pueblo ucraniano, prometiendo que la Santa Sede seguirá promoviendo el diálogo y creando las condiciones necesarias para la paz. Durante el encuentro, Shevchuk también entregó al Papa una lista de ucranianos detenidos en Rusia y desaparecidos, subrayando la necesidad de continuar los esfuerzos para su liberación. “Cada vez que visito nuestras parroquias, me encuentro con las familias de los prisioneros de guerra y de las personas desaparecidas”, afirmó, subrayando la importancia de mantener viva la memoria de los que sufren.

Un gesto simbólico

Al final de la audiencia, Shevchuk entregó al Papa un cuadro simbólico que representa el dolor del pueblo ucraniano, obra del artista Bohdan Pylypiv, padre de un militar caído. Este gesto no sólo da testimonio del sufrimiento, sino también de la resistencia de un pueblo que sigue esperando un futuro de paz. Shevchuk también invitó al Papa a encontrarse con los peregrinos ucranianos que llegarán a Roma para el Jubileo de la Iglesia greco-católica ucraniana, otro signo de unidad y esperanza en un momento de gran dificultad.