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El contexto de la polémica
La reciente sesión del Ayuntamiento de Ascoli Piceno ha suscitado un acalorado debate entre el alcalde Marco Fioravanti y los grupos de oposición del consistorio. Durante el encuentro, el alcalde acusó a sus oponentes políticos de fomentar el odio hacia él, en un momento ya delicado para la ciudad.
La polémica surgió a raíz de un incidente protagonizado por la panadería “L'Assalto ai forni” y su propietaria, Lorenza Roiati, quien mostró una hoja con un eslogan antifascista, atrayendo la atención de las fuerzas del orden.
Las acusaciones y defensas
La oposición respondió a las acusaciones del alcalde afirmando que está explotando un acontecimiento grave para alimentar una campaña electoral en curso. “No respondió al fondo de la pregunta presentada por grupos minoritarios sobre el trabajo de la Policía Municipal el pasado 25 de abril”, dijeron representantes de la oposición, subrayando la falta de atención a los problemas reales de la ciudad, como la salud mental y las necesidades de los más vulnerables.
Las amenazas y la reacción del alcalde
En medio de una creciente tensión, el alcalde anunció planes para demandar a 144 personas por amenazas de muerte e insultos recibidos en las redes sociales, algunos de los cuales incluían controvertidas referencias históricas. Sin embargo, la oposición reiteró que el verdadero instigador de las divisiones es el propio alcalde, quien, según ellos, busca constantemente un enemigo para atacar con el fin de desviar la atención de los verdaderos problemas de la comunidad. “Es desconcertante que aún no se haya solidarizado con la empresaria involucrada”, agregaron, destacando la necesidad de un enfoque más humano y menos propagandístico desde las instituciones.