Roma, 16 de mayo (Saludos Adnkronos) – El cáncer de mama localizado es una neoplasia en etapa temprana potencialmente curable. Los tumores en etapa temprana pueden presentarse en los estadios 1, 2 y 3. La incidencia en nuestro país ronda los 55-58 casos nuevos al año, según los datos de la Asociación Italiana de Oncología Médica (AIOM).
Lo que es muy importante es que los programas de detección temprana puedan identificar incluso tumores muy pequeños y sin afectación ganglionar. A pesar de una etapa temprana, aún puede existir riesgo de recurrencia, incluso en la etapa 1, pero es más frecuente en las etapas 2 y 3. Por ello, en los últimos años hemos mejorado considerablemente los algoritmos de tratamiento para la prevención de la recurrencia en el cáncer de mama en etapa temprana. La percepción del riesgo es fundamental y debe basarse no solo en la presencia o ausencia de afectación ganglionar, sino también, y sobre todo, en factores biológicos, como el índice proliferativo o el uso de numerosos "paneles genéticos" que permiten predecir el riesgo desde un punto de vista genómico. Giuseppe Curigliano, profesor titular de Oncología Médica, Universidad La Statale de Milán y director científico adjunto, Instituto Europeo de Oncología, director de la división Desarrollo de nuevos medicamentos para terapias innovadoras Ieo, Irccs, Milán, explica a Adnkronos Salute, con motivo de la campaña #PronteAPrevenire, promovida por Novartis, en colaboración con Andos, Europa Donna Italia, IncontraDonna y Salute Donna Odv, para proporcionar herramientas e información para la gestión consciente del riesgo de recurrencia.
"El uso de inhibidores de ciclina ciertamente ha mejorado el pronóstico de estos pacientes", explica Curigliano. Hoy contamos con un nuevo dispositivo terapéutico aprobado también para pacientes con ganglios linfáticos negativos: incluso en este subgrupo existe riesgo de recaída. Los datos del estudio muestran que el riesgo de recaída local (supervivencia libre de enfermedad invasiva) y a distancia (supervivencia libre de recaída a distancia) se reduce. ¿Es posible la recuperación? Obviamente, es posible —explica Curigliano—, ya que el uso de inhibidores de ciclina, junto con las terapias quirúrgicas, radioterapéuticas y endocrinas, reduce significativamente el riesgo de recaída local y a distancia.