Un gran número de personas, estimadas en unas 5.000, participan en el funeral de Sammy Basso, el joven biólogo de 28 años que representó un faro en la lucha contra la progeria. Las ceremonias se llevan a cabo en el complejo deportivo de Tezze sul Brenta y el ambiente está lleno de respeto cuando el féretro hace su entrada.
Son muchas las muestras de cariño y recuerdo dedicadas al joven estudioso, en lo que promete ser un homenaje a su vida. Una celebración animada y colorida, como él mismo deseaba. Entre los participantes se encuentra también el ministro Luca Ciriani.