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La predicción es que los casos de demencia en EE.UU. probablemente se duplicarán para 2060

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Milán, 14 de enero. (Adnkronos Health) - Como se esperaba en otras zonas del mundo, los casos de demencia también están destinados a aumentar en los EE.UU. en los próximos años. En un nuevo estudio, publicado en 'Nature Medicine', se estima que se duplicarán para 2060. Según la predicción de los autores,...

Milán, 14 de enero. (Adnkronos Health) – Como se esperaba en otras zonas del mundo, los casos de demencia también están destinados a aumentar en los EE. UU. en los próximos años. En un nuevo estudio, publicado en 'Nature Medicine', se estima que se duplicarán en 2060. Según la predicción de los autores, de hecho, el riesgo de desarrollar una forma de demencia después de los 55 años entre los estadounidenses es ahora de 42 %, más del doble del riesgo calculado en estudios anteriores. Estos datos, aclaran los autores, se traducen en una estimación de medio millón de casos este año, que se elevarán a 1 millón de casos nuevos por año en 2060. El escenario esbozado en el nuevo trabajo, resultado de una colaboración financiada por los Institutos Nacionales de Salud (Nih) con NYU Langone Health, que también incluye autores de la Universidad Johns Hopkins y otras instituciones estadounidenses, deben hacer una pausa para pensar, dicen los expertos.

La demencia –explican– implica una disminución progresiva de la memoria, la concentración y el juicio. El creciente número de casos está directamente relacionado con el envejecimiento de la población estadounidense. Además de la edad, un alto riesgo de demencia está relacionado con factores genéticos, así como con altas tasas de hipertensión y diabetes, obesidad, dietas poco saludables, falta de ejercicio y mala salud mental. El nuevo estudio se basa en la información recopilada del Estudio Neurocognitivo sobre el Riesgo de Aterosclerosis en las Comunidades, que desde 1987 ha monitoreado de cerca la salud vascular y la función cognitiva de alrededor de 16 participantes a medida que envejecen. Resultado: De 1987 a 2020, se documentó que 3.252 participantes del estudio padecían demencia. Los autores utilizaron datos del estudio y modelaron sus proyecciones de riesgo de por vida utilizando información de la Oficina del Censo de EE. UU.

Las cifras analizadas se traducen en un riesgo general de por vida entre los estadounidenses de mediana edad del 42% (es decir, un promedio del 35% para los hombres y el 48% para las mujeres). El exceso de riesgo en las mujeres se debe en gran medida a sus menores tasas de mortalidad. Los resultados del análisis también mostraron un mayor riesgo entre los adultos negros y en los portadores de una variante del gen APOE4 (entre el 45% y el 60%). "Los resultados de nuestro estudio predicen un aumento dramático en la carga de la demencia en los Estados Unidos en las próximas décadas", destaca el investigador principal del estudio, el epidemiólogo Josef Coresh, director fundador del Instituto de Envejecimiento Óptimo de la Universidad de Nueva York Langone. Entre los datos que aclaran el impacto potencial, los autores señalan que ya alrededor de 58 millones de estadounidenses tienen más de 65 años. Y uno de los hallazgos clave del estudio es que el riesgo de demencia a lo largo de la vida aumenta a más del 50% entre quienes alcanzan los 75 años.

¿Cómo podemos intervenir? Los autores señalan que, como también han demostrado trabajos anteriores, las medidas destinadas a prevenir enfermedades cardíacas, como controlar la presión arterial y prevenir la diabetes, también deberían poder frenar el deterioro cognitivo y prevenir la demencia. "El inminente auge poblacional de los casos de demencia plantea desafíos importantes, en particular para los responsables de las políticas sanitarias, que deben reorientar sus esfuerzos en estrategias para minimizar la gravedad de los casos de demencia, así como en planes para proporcionar más servicios de salud a las personas afectadas", concluye Coresh.

Entre los factores relacionados con un mayor riesgo de demencia también se encuentra la pérdida de audición entre las personas mayores, pero sólo un tercio de los estadounidenses con este problema utilizan audífonos. Coresh recomienda una mayor supervisión y pruebas, y posiblemente incluso programas para hacer que los audífonos sean más accesibles. El experto también dijo que se necesitan más recursos para abordar las desigualdades en la atención médica, y señaló que se espera que las cifras de demencia entre los blancos se dupliquen en las próximas cuatro décadas, pero entre los negros se triplicarán. Por lo tanto, las políticas de salud deberían intensificar los esfuerzos para mejorar la educación y la nutrición infantil en estas comunidades de mayor riesgo, factores que han demostrado ser útiles para evitar el deterioro cognitivo en la vejez.