Helsinki, 23 de junio (Adnkronos Salute) – «Estamos fuertemente orientados a la Investigación y el Desarrollo, e Italia es un país con importantes centros de investigación con los que colaboramos. Aproximadamente entre el 20 % y el 30 % de la facturación se reinvierte en I+D. Esto demuestra nuestro firme compromiso con el desarrollo de nuevos fármacos, que queremos impulsar internamente con mil de nuestros 6 mil colaboradores.
Contamos con una sólida tradición en psiquiatría y seguimos trabajando en ese campo. Sin embargo, somos conscientes de la gran dificultad que supone encontrar nuevos tratamientos para estas grandes poblaciones, por lo que nos estamos orientando cada vez más hacia la neurociencia especializada. La prevención de la migraña y los neurólogos especializados que tratan a estos pacientes son un ejemplo. Lo mismo ocurre con algunas de las formas más graves de la enfermedad de Parkinson. En este sentido, la neurociencia especializada es un área en la que nos centramos con fuerza. También nos estamos orientando hacia las enfermedades neurológicas raras como resultado de un proceso que comenzó hace algunos años. Así lo subrayó Johannes Streffer, vicepresidente sénior de Desarrollo Clínico Global de Lundbeck, en Adnkronos Salute durante la presentación de los resultados de los estudios Resolution y Sunrise, presentados hoy en Helsinki, durante el 11.º Congreso de la EAN (Academia Europea de Neurología), que demostraron la eficacia de una intervención educativa y el uso de eptinezumab (un anti-Cgrp) en pacientes con migraña crónica y cefalea por abuso de medicación (Moh), en particular en Sunrise, en poblaciones asiáticas.
"Entendemos cada vez más las enfermedades neurológicas y psiquiátricas desde una perspectiva biológica", explica Streffer. Hemos observado la relevancia del CGRP (péptido relacionado con el gen de la calcitonina) para la migraña, y algo similar ocurre en otras enfermedades. En particular, en las enfermedades neurológicas raras, a menudo conocemos muy bien el mecanismo subyacente. Esto nos permite desarrollar terapias muy específicas para un grupo específico de pacientes. No se trata de buscar un número reducido de pacientes, sino grupos bien definidos, y por eso nos adentramos cada vez más en el campo de las enfermedades neurológicas raras. Esto no significa que no colaboremos con otras empresas. Por ejemplo, a finales del año pasado adquirimos la biotecnológica Longboard Pharmaceuticals para incorporar un nuevo fármaco a nuestra cartera de productos. Eptinezumab, por ejemplo, se desarrolló externamente y luego lo adquirimos. En cambio, otro analgésico (anti-Pacap) lo estamos desarrollando internamente en Lundbeck. Ya tenemos 25 tratamientos en el mercado y 12 ensayos clínicos en marcha, con un número creciente de ensayos clínicos, y nos centramos cada vez más en el desarrollo clínico. Actualmente, el 90 % de nuestra cartera de productos se centra en la neuroespecialidad y las enfermedades neurológicas raras.
En este sentido, “tenemos varios programas en fase avanzada –explica Streffer–. Tenemos un fuerte compromiso en la prevención de la migraña, con eptinezumab y también con el nuevo fármaco anti-Pacap” (polipéptido activador de la adenilato ciclasa pituitaria) que se presentó en la Ean. Aún no sabemos con certeza si funcionará, pero creemos que representa un nuevo mecanismo prometedor y queremos verificar su impacto. También contamos con tratamientos neurohormonales, por ejemplo, para la hiperplasia suprarrenal congénita y la enfermedad de Cushing —continúa—. Trabajamos también en un proyecto para el trastorno de estrés postraumático (TEPT), sobre el cual nos reuniremos con la FDA en julio. Recientemente adquirimos un fármaco para las encefalopatías epilépticas del desarrollo, actualmente en fase 3, y seguimos trabajando con otros socios en el campo neurológico. También trabajamos en un anticuerpo anti-alfa-sinucleína para la atrofia multisistémica (AMS), que actúa contra la agregación patológica de esta proteína en el cerebro. Se trata de una enfermedad neurodegenerativa muy progresiva: hemos iniciado la fase 3. Además, nos centramos en la neuroinmunología y la neuroinflamación, reconociendo que muchas enfermedades neurológicas presentan características inflamatorias. Creemos que este enfoque podría tener un gran impacto terapéutico.
"Somos muy optimistas sobre la solidez de nuestra cartera de productos", concluye Streffer. "Podría dar lugar a cuatro programas de fase 4 a partir del próximo año, lo que nos permitiría renovar nuestra cartera centrándonos en neuroespecialidades y enfermedades neurológicas raras".