En el evento internacional Cheese – Le Forme del Latte, que concluyó el 22 de septiembre en Bra, la empresa Fiasconaro de Castelbuono presentó una creación que combina tradición, identidad e innovación: panettone clásico, crema de maná, crumble de almendras y chocolate Módica, cubierto con un elegante cannoli de maná. Este postre emblemático muestra la riqueza de los ingredientes sicilianos e interpreta el sabor como una experiencia cultural, social y regional.
Esta participación no es un hecho aislado, sino el fruto de una larga trayectoria compartida. La relación entre Fiasconaro y Slow Food se remonta a la década de 1980, cuando Fausto Fiasconaro inició conversaciones con Carlo Petrini y Silvio Barbero, entonces líderes del movimiento Arcigola, la forma embrionaria de Slow Food. Con el paso de los años, la colaboración se ha fortalecido: desde el año 2000, con el Salone del Gusto Terra Madre en Turín, la colaboración se ha convertido en una auténtica alianza estratégica, basada en la defensa de la biodiversidad agroalimentaria, la promoción de cadenas de suministro sostenibles y la preservación de la cultura gastronómica italiana.
La filosofía de producción de Fiasconaro refleja a la perfección los principios de Slow Food: valorización de los recursos locales, atención a la estacionalidad y respeto por la mano de obra y el paisaje. La empresa, con sede en Castelbuono, siempre ha sido embajadora de un modelo que prioriza la hospitalidad y la calidad, heredando de las enseñanzas de su padre Mario una visión que combina la dulzura artesanal con la responsabilidad ambiental. Cada panettone y cada postre elaborado por Fiasconaro se convierte así en una historia de tradición local y una invitación a redescubrir los sabores auténticos.
Nuestra presencia en Cheese 2025 representó un paso más en esta dirección. La última jornada, el 22 de septiembre, dedicada a los socios, permitió a profesionales, aficionados y visitantes descubrir de cerca los productos de Fiasconaro y participar en debates sobre los nuevos retos de la gastronomía sostenible. Fue una valiosa oportunidad para interactuar con actores clave de la cadena de suministro de productos lácteos y de confitería, fortaleciendo los intercambios y las sinergias.
Hoy, Fiasconaro es una marca reconocida internacionalmente, capaz de combinar crecimiento económico y responsabilidad ambiental. La decisión de centrarse en materias primas como el maná de las Madonie, las almendras y el chocolate de Módica forma parte de una estrategia que combina la excelencia artesanal con el desarrollo local, convirtiendo este postre en un embajador del Made in Italy en todo el mundo.
La participación en el evento de Piamonte confirma que, para Fiasconaro, la comida no es solo alimento, sino también cultura, memoria y futuro. Esta visión convierte la tradición pastelera en un vehículo de diálogo entre regiones y una poderosa herramienta de educación alimentaria. De este modo, la empresa siciliana sigue demostrando que la calidad y la sostenibilidad no son solo valores éticos, sino motores cruciales de la competitividad y el crecimiento de toda la cadena agroalimentaria italiana.