Roma, 30 de abril (askanews) – Tras su presentación en la Fiesta del Cine de Roma en la sección Alice nella città y su paso por el Festival Internacional de Cine de Santa Bárbara y el Festival de Cine de Barcelona, “L'origine del mondo”, el debut en el largometraje de Rossella Inglese, llegará a las salas en forma de evento los días 5, 6 y 7 de mayo.
La protagonista es Eva, de 19 años, unida a Bruno, de 45 años (Fabrizio Rongione), por un destino trágico: la chica provoca sin querer un accidente en el que muere la mujer del hombre.
Acercándose a él, ocultándole la verdad, podrá curar sus heridas, como él lo hará, hasta que se verán obligados a lidiar con lo sucedido y con el sufrimiento, pero para ellos será un nuevo comienzo.
La protagonista es interpretada por la joven Giorgia Faraoni: «En cuanto leí el guion, juzgué mucho a Eva. No la entendía del todo, no entendía todas esas decisiones, equivocadas sin duda, pero quería darle mi propia pureza y mi propia explicación práctica. Así que trabajé mucho en el estudio psicológico de la protagonista y me dejó mucho, mucho más de lo que pensaba porque, de hecho, aunque la vida te ponga frente a muchos desafíos, lo importante, y eso es lo que Eva me enseñó, es reaccionar. Así que, de una forma u otra, acertada o no, lo importante es actuar, hacer cosas, crear caos para que todo vuelva a un nuevo orden. Y así, sin duda, ella me enseñó la fuerza para reaccionar».
La película es un viaje emocional en dos soledades, habla del sufrimiento, la culpa y el perdón y también aborda el tema de la pornovenganza. Pero hay un último mensaje de esperanza: “Su elección es no huir más, crecer, convertirse en mujer, asumir sus propias responsabilidades y por eso hay esperanza, hay una luz al final”.
Giorgia Faraoni ya había interpretado a Eva en el cortometraje homónimo del mismo director, presentado en la Semana de la Crítica del Festival de Cine de Venecia. La actriz veneciana comenzó a actuar hace cinco años de forma autodidacta y este personaje, dijo, un poco como la actuación, fue terapéutico para ella. Enseguida busqué un punto en común con ella y lo encontré precisamente en el dolor, también porque al actuar me gusta aportar algo de mí, porque fundamentalmente actúo para mí, para sanar mis heridas, para conocerme, para superarme. Por eso, haber encontrado un punto en común tan fuerte con ella en el dolor también me ha ayudado con mis heridas, mis cicatrices. Así que me enseñó mucho, me dio mucha fuerza.
Y sobre la pornografía vengativa, que es donde empieza la película: “Aunque solo se cuente al principio, entonces el núcleo entero era la relación entre nosotros, es importante no olvidar dónde empezó todo y cuánto sufrimiento puede causar quizás un acto inconsciente porque realmente te sientes como tanta gente que termina quitándose la vida”.