Helsinki, 23 de junio (Adnkronos Salute) – «Prevenir no cura, pero reduce los días de tratamiento sintomático y, por consiguiente, la discapacidad, así como la intensidad de la crisis. Esto mejora la calidad de vida y reduce la progresión de la enfermedad». Así lo afirmó Henrik Winther Schytz, especialista en neurología y profesor asociado del Centro Danés de Cefaleas del Departamento de Neurología del Rigshospitalet de Copenhague, primer investigador del estudio Resolution, cuyos resultados, presentados hoy en Helsinki durante el XI Congreso de la EAN (Academia Europea de Neurología), demostraron la eficacia de una intervención educativa y el uso de eptinezumab (un anti-Cgrp) en pacientes con migraña crónica y cefalea por abuso de medicamentos (Moh).
La migraña —continúa el experto— puede tratarse con enfoques no farmacológicos, como cambios en el estilo de vida y tratamientos sintomáticos, tanto en el momento del ataque como con medidas preventivas. El problema radica en que el paciente vive con ansiedad, con el temor de que, si no toma el medicamento, la migraña reaparezca; por eso es necesario un enfoque educativo. En el estudio Resolution, el placebo produjo mejoras, pero el uso del fármaco arrojó resultados clínicamente significativos en la reducción de los días de migraña, pasando de 11 días sin analgésicos a 7-8 días con el placebo. Además, los estudios demuestran que incluso la inyección de Cgrp provoca un ataque de migraña, incluso en personas sanas. La disponibilidad de fármacos que bloquean este péptido reduce los días y la intensidad del síntoma, pero estos fármacos se introducen tardíamente, cuando el paciente ya presenta la forma crónica, también inducida por fármacos como triptanes y otros analgésicos, durante 8-9 días al mes; ese es el límite.
Los resultados del estudio pivotal de fase 3 Sunrise, presentados en el congreso y destinados a evaluar la eficacia y seguridad de eptinezumab en comparación con placebo en una población predominantemente asiática con migraña crónica, también confirman que el anticuerpo monoclonal reduce de forma estadísticamente significativa la media de días de migraña al mes (Mmn) en comparación con placebo. De hecho, los pacientes tratados tuvieron una probabilidad cuatro veces mayor de obtener una reducción del 4 % o más en los días de migraña al mes durante las primeras cuatro semanas, en comparación con placebo, con mejoras observables desde el primer día y mantenidas hasta la duodécima semana.