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I deberes impuesto por Estados Unidos les preocupan bastante Empresas italianas así como Europa, por temor a una impacto económico significativo sobre productos Made in Italy. El endurecimiento proteccionista anunciado por Washington podría provocar daños por valor de miles de millones de euros. “Un desastre. Para nosotros sería la historia que se repetiría. Ya en 2019 nos costaron decenas de millones y una porción importante del mercado". Así lo afirma Stefano Berni, director general del Consorcio Grana Padano y que vive en retorno de Donald Trump en la casa blanca como una preocupación real para una empresa que vale más de 300 millones en Estados Unidos y que ya tiene que lidiar con un impuesto de entrada del 15 por ciento. Hace cinco años Trump añadió un impuesto adicional del 25 por ciento. "Ahora Esperemos a Giorgia Meloni", dice Berni. "Nuestro primer ministro parece haber construido una relación excelente con Washington y esto podría ayudarnos a evitar nuevos problemas".
Las posibles consecuencias de los aranceles estadounidenses a Italia
Pero el técnico del Grana Padano no es el único que cuenta con el Palazzo Chigi. Desde después de las elecciones de noviembre, cuando la victoria electoral trajo nuevos aires Maga (Hacer que Estados Unidos vuelva a ser grande) En Washington, muchas empresas italianas se preguntan sobre las consecuencias de aranceles amenazados por Trump, que nunca pierde la oportunidad de subrayar su línea proteccionista. Consciente de la delicada situación, durante su rápida visita a Mar-a-LagoEn la residencia privada de la presidenta estadounidense, Giorgia Meloni, se abordó el tema de las relaciones comerciales, así como el de la liberación de Cecilia Sala en las negociaciones con Irán. Las exportaciones a Estados Unidos representan aproximadamente11% del total de las exportaciones italianas, equivalente a 67 millones de euros hasta 626 en 2023. Para un gobierno que celebra los recientes éxitos económicos, esta corriente de proteccionismo de Estados Unidos podría resultar problemática. Según análisis del gobierno, los sectores más afectados podrían ser Mecánica, alimentación, farmacéutica y moda., zonas de conducción del "made in Italy". En su reunión con Trump, la primera ministra también intentó comprender sus próximos pasos, aunque sigue siendo cierto que hay una gran pregunta sobre el futuro inmediato. De hecho, si realmente hubiera un aumento de los derechos, habría una impacto concreto sobre el precio de los productos a la venta en Estados Unidos, además una posible repercusión inflacionaria podría socavar la confianza de los ciudadanos-consumidores hacia la nueva administración estadounidense.
Los objetivos estratégicos
Alessandra Lanza, socia principal del instituto de investigación Prometeia, explica: “no es seguro que las palabras de Trump se transforman en hechos concretos. Mi impresión es que la amenaza de nuevos aranceles hacia países como Canadá y México, y también hacia la Unión Europea, debe interpretarse como un primer paso negociador duro para sentarse a la mesa y poner al interlocutor a la defensiva". Como si quisiera decir que la ofensiva en el frente comercial representaría una forma de lograr objetivos estratégicos de mayor alcance. Por ejemplo, en el caso de México, el impuesto del 25 por ciento amenazado por Trump podría usarse para intervenciones más específicas para bloquear el flujo de migrantes hacia las fronteras de Estados Unidos. Existe la posibilidad de que Trump también intente dividir a los países europeos, que "sólo tendrán posibilidades de éxito si se muestran unidos en las negociaciones", predice Lanza de Prometeia. No sorprende, pues, la irritación expresada por Bruselas ante la solicitud de Meloni, el único primer ministro de un país de la UE presente en la ceremonia de toma de posesión del nuevo presidente en Washington.
El panorama de las hipótesis
De hecho, Italia habría mucho que perder si los Estados Unidos realmente plantearan nuevos muros para las exportaciones italianas. El déficit comercial de Estados Unidos con Roma alcanzó los 42 millones de euros en 2023, frente a los 40,1 millones de 2022 y los 33 millones del año anterior, lo que convierte a nuestro país en uno de los principales objetivos de posibles aranceles. Actualmente, las empresas italianas deben pagar 1,9 millones de euros para vender sus productos en mercado estadounidense. Un posible aumento del 10% sobre los productos ya gravados podría elevar el coste total a 6 mil millones, mientras que una extensión de los aranceles a todas las exportaciones italianas implicaría un aumento de más de 7 mil millones de euros. Sin embargo, es poco probable que llegue tan lejos, aunque si las cosas realmente se ponen mal para la UE, la esperanza del gobierno de Roma es que Washington aplique deberes diferenciados varios países se centran en la producción marginal para Italia.