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Una ola de mal tiempo sin precedentes
En los últimos días, el centro y el norte de Italia se han enfrentado a una violenta ola de mal tiempo que ha traído fuertes lluvias, nevadas a baja altura y fuertes vientos. Las consecuencias fueron devastadoras: inundaciones, deslizamientos de tierra y grandes daños a la infraestructura y a las viviendas. La situación es especialmente crítica en Lombardía, donde el río Ticino ha superado los niveles de alerta, inundando el barrio de Borgo Ticino en Pavía.
Aquí, muchas familias se han visto obligadas a evacuar sus hogares, mientras las autoridades locales siguen constantemente la evolución de la situación.
Las regiones más afectadas
Además de Lombardía, también otras regiones del norte de Italia viven momentos de gran dificultad. En Emilia-Romaña, la Agencia Regional de Protección Civil sigue atentamente el paso de las inundaciones del Po, que han alcanzado niveles preocupantes. En Bolonia, el Centro Operativo Regional está activo y ha emitido alerta roja para las zonas de las llanuras de Piacenza y Parma. En Véneto, el Presidente de la Región declaró el estado de emergencia para los municipios de las provincias de Vicenza y Verona, instando a los ciudadanos a mantener la distancia de puentes y terraplenes, mientras que la Fiscalía de Vicenza abrió una investigación por el derrumbe del Ponte dei Nori, que provocó la muerte de dos personas.
Intervenciones y medidas de emergencia
En respuesta a la emergencia, el gobierno ha asignado fondos para intervenciones urgentes. En Piamonte se registraron más de 500 inundaciones y deslizamientos de tierra, con alerta naranja por peligro de avalanchas en zonas montañosas. El ministro de Protección Civil, Nello Musumeci, aseguró que el Gobierno hará su parte para apoyar a las regiones afectadas. En el Valle de Aosta, más de 3.000 usuarios se quedaron sin electricidad, mientras que en Versilia los deslizamientos de tierra aislaron varias viviendas. Protección Civil participa activamente en las operaciones de rescate y vigilancia, tratando de garantizar la seguridad de los ciudadanos y limitar los daños.