Temas tratados
Un premio a la virtud cívica
Il Premio a la Virtud Cívica, ahora en su edición número 25, es una importante iniciativa que celebra a aquellos que se han distinguido por su compromiso con el fortalecimiento del tejido social y cívico de la comunidad. Entre los ganadores de este año se encuentra Yehia Elgaml, padre de Ramy, un joven que desapareció trágicamente en una persecución con los carabineros en Milán. Este reconocimiento no es sólo un homenaje a la memoria de Ramy, sino también una señal de esperanza y resiliencia en un momento de gran dolor para la familia.
Virtudes cívicas recompensadas
El premio está destinado a aquellos que, a través de un comportamiento constante en el tiempo, demuestran una adhesión concreta a los principios de la convivencia cívica. Entre las virtudes cívicas que se celebran están las solidaridad, la atención al territorio, el respeto mutuo y la protección de los más débiles. Estos valores son fundamentales para construir una sociedad cohesionada e inclusiva, capaz de afrontar los retos del presente y del futuro. La ceremonia de entrega de premios, que se realizará en el Teatro Franco Parenti, representa un momento de reflexión y celebración para todos aquellos que trabajan diariamente por el bien de la comunidad.
Un ejemplo de civismo e integración
Yehia Elgaml, a pesar de su profundo dolor, continuó expresando confianza en las instituciones, demostrando un gran ejemplo de deber cívico e integración. Las razones del premio subrayan cómo, en una sociedad cada vez más fragmentada, es esencial destacar a quienes trabajan para fortalecer el sentido de comunidad. Carlo Montalbetti, gerente general de Comieco, destacó la importancia de reconocer estos esfuerzos, que contribuyen a construir un futuro mejor para todos.
Además de Yehia Elgaml, el premio fue entregado también a Emin Haziri, un chef de éxito que, tras huir de Kosovo, se compromete a alimentar a las personas sin hogar, y a Don Paolo Steffano, un sacerdote que trabaja en contextos difíciles del interior de Milán. Estos homenajeados son ejemplos brillantes de cómo el compromiso individual puede tener un impacto significativo en la comunidad.