Washington, 3 de noviembre. (Adnkronos/Afp) – Kamala Harris y Donald Trump comenzaron hoy un frenético asalto final a los estados indecisos de Estados Unidos, cuando quedaban menos de 48 horas de campaña para asegurar una ventaja decisiva en unas elecciones presidenciales históricamente reñidas y reñidas. "El destino de nuestra nación está en sus manos. El martes deben ponerse de pie", dijo Trump en su primer mitin del día en Pensilvania. Más de 76 millones de personas votaron anticipadamente y la batalla aún continúa, con varios estados empatados en las encuestas.
Una encuesta más reciente realizada por el New York Times destacó algunos cambios graduales en estados clave indecisos. Harris planea consolidar los estados de los Grandes Lagos, considerados esenciales para cualquier candidato demócrata. Trump se centró en Pensilvania, Carolina del Norte y Georgia, los tres principales objetivos del sistema del "Colegio Electoral", que otorga influencia a los estados en función de su población.
La carrera por la Casa Blanca será reñida en los siete estados indecisos. Según una encuesta del New York Times y el Siena College, Harris tiene ventaja en Nevada, Carolina del Norte y Wisconsin, mientras que Trump está por delante en Arizona. En Michigan, Georgia y Pensilvania, los dos candidatos estarían codo a codo. En Pensilvania, Trump está recuperando puntos sobre Harris.
Trump tendría que rechazar los resultados si pierde, como hizo hace cuatro años. Hoy, ha explotado irregularidades aisladas descubiertas por funcionarios electorales para amplificar sus afirmaciones de “fraude” generalizado. “Están luchando duro para robar esa maldita cosa”, insistió en el mitin. Los republicanos también están tratando de contener las consecuencias en Pensilvania, hogar de una gran comunidad puertorriqueña, después de que un orador en el mitin de Trump en Nueva York provocara indignación al describir el territorio estadounidense como "una isla flotante de basura".
Al igual que Pensilvania, Michigan también se encuentra entre los siete campos de batalla monitoreados de cerca. Harris corre el riesgo de perder el apoyo de una comunidad árabe-estadounidense de 200.000 miembros que ha denunciado el manejo de Biden de la guerra entre Israel y Hamás en Gaza. Los encuestadores han notado una erosión del apoyo negro a la candidatura demócrata, y los asesores de Harris reconocen que todavía queda mucho trabajo por hacer para garantizar que el número de hombres afroamericanos iguale al de la coalición ganadora de Biden en 2020.