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Reforma de ciudadanía: tensiones en el gobierno y dudas sobre el decreto

Imagen que representa la reforma de la ciudadanía en Italia

El decreto de ciudadanía genera divisiones entre los partidos mayoritarios.

El contexto de la reforma de la ciudadanía

El decreto que reforma la ciudadanía italiana, basado en el principio de ius sanguinis, ha llegado a un momento crucial. A medida que se acerca la primera votación en el Senado, el partido Lega de Matteo Salvini expresa fuertes reservas sobre la medida. Estas preocupaciones se refieren principalmente a los hijos de los emigrantes italianos en el extranjero, que podrían sufrir consecuencias negativas debido a las nuevas normas.

La situación se complica aún más por la posición de Paolo Tosato, miembro de la Comisión de Asuntos Constitucionales de la Liga Norte, quien decidió no participar en la votación en disidencia de sus compañeros de partido.

Divisiones en el centro derecha

El clima de incertidumbre es palpable dentro de la coalición gobernante. Aunque la Liga ha garantizado su apoyo al decreto, persisten las dudas. Incluso el maieEl movimiento de italianos en el extranjero se muestra en contra de la medida, poniendo de relieve las divisiones internas del centroderecha. La cuestión de la ciudadanía está entrelazada con el decreto de seguridad, otro tema polémico que ha generado tensiones entre los partidos. La Liga, tradicionalmente partidaria de medidas de seguridad más estrictas, ahora tiene que hacer frente a las reservas del Quirinal y de los partidos de la oposición que critican las reglas más controvertidas.

Cuestiones de ciudadanía

Uno de los puntos más controvertidos del decreto se refiere a la limitación de la adquisición de la ciudadanía italiana para los hijos de emigrantes en el extranjero. Según las nuevas disposiciones, la ciudadanía se concedería sólo a aquellos con antepasados ​​“exclusivamente” italianos y por un máximo de dos generaciones. Esta medida excluye la posibilidad de la doble ciudadanía, una condición que preocupa a la mayoría de los italianos que viven en el extranjero. Además, una enmienda propuesta por Fratelli d'Italia, que exigía un certificado de conocimiento del idioma italiano para mantener la ciudadanía, fue rechazada por el Ministerio de Economía, lo que pone de relieve más complicaciones y costes para los consulados.

Reacciones y perspectivas de futuro

Las reacciones a estas medidas han sido fuertes y mixtas. Mientras algunos partidos mayoritarios intentan acelerar el proceso legislativo, las tensiones entre las diferentes facciones siguen creciendo. La Liga y los Hermanos de Italia parecen verse con desconfianza, mientras el gobierno intenta mantener una posición unida. La reforma de la ciudadanía, por tanto, no es sólo una cuestión legislativa, sino un auténtico campo de batalla político, con importantes implicaciones para los italianos en el extranjero y para el futuro de la política migratoria italiana.