La Cámara aprobó nuevas restricciones al cannabis light a través del artículo 18 del proyecto de ley de seguridad, encontrando resistencias y críticas de la oposición. Según Rachele Scarpa, del partido demócrata, el cannabis con bajos niveles de THC tiene efectos psicotrópicos similares a los de la albahaca, considerando la nuez moscada más dañina que la sustancia que ahora se quiere ilegalizar. Gianmauro Dell'Olio, del M5, añadió que estas medidas corren el riesgo de comprometer a todo un sector industrial. Angelo Bonelli (Avs) cuestionó la lógica de esta legislación, subrayando que el TAR no clasifica el cannabis ligero como sustancia estupefaciente y preguntándose por qué ahora se intenta prohibirlo.
Sin modificación alguna, el artículo 18 interviene sobre una ley anterior de 2 de diciembre de 2016 relativa al cultivo y producción del cáñamo. Esta nueva regulación incluye la prohibición de la importación, transferencia, procesamiento, distribución, comercio, transporte, envío, envío y entrega de cáñamo cultivado, incluso si está semielaborado, seco o triturado, así como los productos que contengan o consistan en dichas inflorescencias. incluyendo extractos, resinas y aceites derivados. Las sanciones son las previstas en el Título VIII del texto refundido del Decreto del Presidente de la República de 9 de octubre de 1990, número 309, sobre estupefacientes y sustancias psicotrópicas.
También fue rechazada una enmienda propuesta por Azione, parcialmente votada en votación secreta, que tenía como objetivo proteger los "productos finales" que se ajustaban a la normativa nacional vigente el 31 de agosto de 2024.
Matteo Mauri (PD) criticó recientemente un comunicado difundido por el Palazzo Chigi sobre la cuestión del cáñamo, calificándolo de interpretación incorrecta de una norma que aún no ha sido presentada como ley, poniendo de relieve así la mala fe del actual gobierno. La comunicación, emitida por el Departamento de Políticas Antidrogas de la Presidencia del Consejo, ilustra que no se ha intentado frenar o limitar las disposiciones ya previstas para el desarrollo del cultivo del cáñamo y del sector agroindustrial. Además, el documento afirmaba que las actividades de quienes invirtieran en el sector no serían criminalizadas ni modificadas sino que la intención era simplemente contrarrestar la producción y venta ilícitas para uso recreativo de inflorescencias y extractos en las llamadas 'tiendas de cannabis'. surgió a raíz de la ley 242/2016. Se trata de evitar el consumo de productos que puedan provocar alteraciones psicofísicas y conductas peligrosas para la tranquilidad pública, por ejemplo en la seguridad vial.