Le calabacín son una de las verduras más saludables que existen. Por este motivo, los dietistas los recomiendan en todas las principales dietas sanas y equilibradas. Normalmente esta verdura se considera simplemente un acompañamiento, pero si se condimenta de la forma adecuada puede convertirse en un auténtico primer plato.
Blanquear los calabacines
Una de las verduras más consumidas por los italianos es sin duda calabacín. Esta verdura se puede preparar de muchas formas. diferentes caminos: hervido, frito, al horno y frito. Claramente, el método de cocción tendrá que variar según las necesidades individuales. Por ejemplo, para una persona que está a dieta es recomendable consumir calabacines exclusivamente cocidos en agua hirviendo y cocidos únicamente con un poco de aceite y una pizca de sal.
Gracias a la gran versatilidad de los calabacines, muchas veces se congelan para consumirlos en otros momentos. Cuando se corta una verdura para congelarla, casi siempre es mejor blanquearla primero. Cuando el cuchillo pasa a través de las células de un vegetal, los compuestos en esas células comienzan a oxidarse y combinarse de maneras que a menudo son perjudiciales para la apariencia o textura del alimento. El ejemplo más obvio es el dorado. También hay enzimas en todos los alimentos que actúan para iniciar el proceso de descomposición. Blanquear una verdura, como calabacín, sumergirlos en agua hirviendo detiene reacciones tanto enzimáticas como químicas y mejora la calidad de las verduras congeladas.
¿Cómo
Lo primero que debes hacer por blanquear La mejor forma de cortar los calabacines es colocarlos sobre una tabla de cortar y cortarles el tallo con un cuchillo afilado. Ahora corte las verduras en los tamaños y formas deseados para congelarlas. Una vez cortado tendrás que colocar una sartén sobre la estufa. Llenar con agua salada y déjelo hervir por completo. Blanquea los calabacines cortados en tandas pequeñas durante dos o tres minutos. El agua debe permanecer hirviendo todo el tiempo. Si no, has añadido demasiados calabacines. Retíralos y comienza de nuevo una vez que el agua vuelva a hervir.
Retire cada lote del agua hirviendo tan pronto como se acabe el tiempo y sumérjalo en un recipiente grande lleno de agua y hielo. Repetir el procedimiento con cada tanda hasta que todos los trozos de calabacín estén blanqueados. Escúrrelos bien en un colador y luego prepáralos para congelarlos. Una vez el calabacín Han sido congelados y se pueden descongelar en cualquier momento. Para prepararlos basta con descongelarlos y luego sofreírlos en la sartén con un chorrito de aceite de oliva virgen extra durante unos minutos. Alternativamente, si quieres que queden aún más ligeros, puedes simplemente calentarlos en el microondas durante un minuto y medio.