Roma, 30 de abril (Saludos Adnkronos) – Nuestra actividad está en constante crecimiento, ya que saber que aquí las personas con ELA, esclerosis lateral amiotrófica y enfermedades musculares reciben atención integral ha hecho que la demanda aumente cada vez más. Es un momento de gran actividad que confirma la acertada idea de Alberto Fontana: que «la atención sanitaria debe repensarse según las nuevas necesidades, las que se crean en las personas».
Tras 10 años de actividad, me pregunto: "¿Por qué no lo habíamos pensado antes?", y, de nuevo, "es imposible que otros no se adapten a un modelo multidisciplinar como este". Así lo declaró Mario Sabatelli, director del Centro Clínico de Adultos Nemo en el Policlínico Gemelli de Roma, con motivo de la ceremonia de bautizo del centro —hoy en el Gemelli— en honor a la beata Armida Barelli, cofundadora de la Universidad Católica del Sagrado Corazón, fallecida en 1952 a causa de ELA, el mismo día en que recordamos su beatificación, que tuvo lugar el 30 de abril de 2022. "Con este evento", añade el secretario del Centro Clínico Nemo, Alberto Fontana, "renovamos nuestro deseo de hacer posible la derrota de la esclerosis lateral amiotrófica: creemos que la unión entre ciencia y fe es la mejor herramienta para librar esta batalla".
El área de adultos del Centro Clínico Nemo Roma está activa desde 2015 con 10 camas. En el último año ha atendido a aproximadamente 1.200 personas, con más de 300 hospitalizaciones, de las cuales el 80% con ELA: de los 400 nuevos pacientes atendidos en 2024, 230 son personas con esclerosis lateral amiotrófica y más de la mitad son nuevos diagnósticos. “Necesitamos que se difunda el modelo de los Centros Nemo – subraya Sabatelli – la forma de pensar la asistencia que ha traído Nemo”. Es una organización multidisciplinar dedicada a personas con enfermedades musculares que no respiran, no tragan, no se mueven. No existe otra estructura organizada de esta manera: fisioterapeutas, enfermeras, médicos. Trabajamos juntos: neumólogos y neurólogos que trabajan codo con codo, sin una relación de consulta. Esto marca una gran diferencia.
Tras 30 años en un departamento normal, con la experiencia de Nemo, mi reflexión es: "¿Cómo logré trabajar esos 30 años?". Trabajé en un departamento de Neurología —recuerda Sabatelli— con especialistas que venían, terapeutas que pasaban una hora al día. El paciente con problemas respiratorios conectado a máquinas era casi una molestia. En cambio, en este departamento, el paciente complejo es el centro de nuestra actividad. Antes, se les consideraba una especie de carga, y así es, porque son personas que tienen un fuerte impacto a nivel económico, asistencial y de gestión. En este departamento dedicado a ellos, se ha producido un cambio total.