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Un artista en el punto de mira
Tony Effe, el rapero romano que conquistó la escena musical italiana, se encuentra actualmente en el centro de una tormenta mediática. Su reciente exclusión del concierto de Nochevieja, debido a letras consideradas violentas y misóginas, ha suscitado un acalorado debate. En una entrevista concedida al semanario Sette del Corriere della Sera, Effe compartió sus emociones respecto a esta polémica, revelando cómo las críticas le habían herido profundamente. “Me considero un hombre amable, especialmente con las mujeres”, declaró, subrayando su deseo de no ser malinterpretado.
Raíces y familia
Nacido y criado en el barrio Monti de Roma, Nicolò Rapisarda, este es su verdadero nombre, siempre ha mantenido un fuerte vínculo con su familia. Su madre, excamarera, y su padre orfebre, le inculcaron valores de humildad y respeto. “Cuando era niño, siempre traté de explicarle a mi madre que contar no es vivir”, dijo, reflexionando sobre su letra. Su familia jugó un papel crucial en su trayectoria artística y su madre, ahora fanática de Emma Marrone, ayudó a que se sintiera apoyado a pesar de la controversia.
Un camino de crecimiento personal
Además de la música, Tony Effe ha emprendido un camino de crecimiento personal que le llevó a tomar clases de italiano. “Siento que tengo mucho que aprender”, afirmó destacando sus ganas de mejorar. Las lecciones semanales con un profesor le ayudaron a explorar el lenguaje y la poesía, algo que también influyó en su obra musical. “Analizamos un poema de Umberto Saba y traté de hacer lo mismo con Roma en mi canción 'Damme 'na mano'”, explicó, demostrando cómo su arte es un reflejo de su vida y sus vivencias.
Vida privada y pasiones.
Además de su carrera musical, Tony Effe ha encontrado el equilibrio en su vida privada. Tras una etapa de excesos, optó por dedicarse a momentos de tranquilidad, como ver películas y leer. Su pareja, Giulia De Lellis, influyó en sus elecciones culturales, empujándolo a descubrir la saga de Harry Potter, que apreciaba profundamente. "No puedes crecer sin ver a Harry Potter", dijo, demostrando cómo la cultura pop puede influir incluso en las personalidades más complejas.