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UE: Mattarella, “quedarse quieto no es una opción, nadie debería dormir”/Adnkronos

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Coimbra, 14 de mayo (Adnkronos) - El Presidente de la República anima una vez más a Europa. En su intervención en la Universidad de Marsella el pasado mes de febrero, recordó que la Unión Europea está llamada a elegir entre "ser 'protegida' o ser 'protegida'..."

Coimbra, 14 de mayo (Adnkronos) – El Presidente de la República vuelve a llamar a Europa. En su intervención en la Universidad de Marsella el pasado mes de febrero, recordó que la Unión Europea está llamada a elegir entre "ser 'protegida' o ser 'protagonista'", para evitar verse "aplastada entre oligarquías y autocracias, con, como máximo, la perspectiva de un 'vasallaje feliz'"; En los dos días transcurridos en Coimbra recuerda que "una Europa renovada, más competitiva, más resiliente, más presente en el escenario internacional es un desafío de época para nuestro continente, aún más urgente si se compara con la reciente evolución de los equilibrios globales".

Ayer, una especie de premisa al intervenir en la Universidad de la ciudad portuguesa con motivo de la concesión del doctorado honoris causa en Economía, donde el Jefe de Estado había recordado que los "valores fundamentales que compartimos y que han forjado la identidad europea no permiten compromisos morales". Hoy, sin embargo, el discurso con motivo del 18º simposio Cotec Europa, dedicado este año al tema “Una llamada a la acción”, a partir de las ponencias elaboradas por Mario Draghi y Enrico Letta, concluye la cumbre, como es tradición, junto al Rey de España, Felipe VI, y el Presidente de la República de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa.

Fue el propio Draghi quien extrajo las conclusiones de las mesas redondas organizadas durante estos dos días, aportando "ideas de gran relevancia e interés", como recordó el Jefe de Estado, quien una vez más no dudó en recordar al Viejo Continente que "una llamada a la acción" es "de gran actualidad: es de hecho urgente, diría una prioridad, que Europa actúe, porque quedarse paralizada ya no es una opción. El romanticismo que escuchamos antes, 'Nessun dorma', podría aplicarse a nuestra Unión".

Se trata de «contrarrestar las actuales, tan alarmantes, perturbaciones del orden internacional. Evitar estos riesgos es fundamental, como recuerdan los propios informes de Draghi y Letta». Mattarella vuelve así a insistir en la necesidad de crear un modelo de defensa europeo "que en su pertinencia y urgencia ejemplifique bien las consecuencias de la inacción y de la injustificada reticencia a avanzar por el camino de la integración".

Los Estados miembros llevan más de setenta años debatiendo esto. Desde la firma del Tratado constitutivo de la Comunidad Europea de Defensa en París en mayo de 1952. Esta necesidad se retomó, de formas diferentes y menos ambiciosas, entre 1998 y 2000. No es difícil imaginar cómo sería la Unión hoy, dado el nuevo contexto geopolítico, si hubiéramos optado entonces por dar ese salto político de calidad en el proceso de integración. Hoy vamos con retraso, persiguiendo los acontecimientos, y, por consiguiente, debemos sentir la urgencia.

Las iniciativas lanzadas en este ámbito por la Comisión Europea —observa con satisfacción el Presidente de la República— constituyen un primer paso fundamental y demuestran una plena conciencia de lo que está en juego. Representan también una demostración de concreción, al querer poner en común las herramientas y ventajas de escala propias de un sistema supranacional que ya ha demostrado en el pasado su capacidad de adaptación a diversas perturbaciones exógenas.

No sólo eso. El Jefe de Estado aboga por una «unidad de propósito entre los Estados miembros para potenciar nuestras fortalezas, empezando por el Mercado Único Europeo», que debe extenderse «a sectores que han quedado excluidos en el pasado. Entre ellos: finanzas, energía, telecomunicaciones. Pero también —y este es un aspecto fundamental— la investigación, la innovación y la educación, que forman parte de una «quinta libertad», junto a las cuatro ya existentes (circulación de bienes, servicios, personas y capitales)».

De este modo, también será posible crear «ecosistemas de investigación e innovación a escala europea que puedan atraer y retener talento, también gracias a nuevas inversiones en infraestructuras y programas experimentales comunes». Otro requisito es la "seguridad de los suministros", que exige la necesidad de "realizar acuerdos con socios fiables para asegurar suministros estables, manteniéndose abiertos a la cooperación internacional, siempre que ésta esté respaldada por suficientes garantías de confianza mutua".

Desafíos desafiantes, ante los cuales, aunque «sin subestimar la gravedad de la situación, tenemos el deber —y muchas buenas razones— de mantener el optimismo. La Unión —recuerda Mattarella— se asienta sobre bases sólidas: una economía de mercado abierta a la competencia y al comercio internacional; un sistema independiente de bancos centrales; un marco jurídico estable y fiable; un concepto de Estado de derecho firmemente arraigado en una sólida tradición democrática; políticas redistributivas activas inspiradas en el principio de solidaridad. Debemos estar orgullosos de esta «excepcionalidad europea» y avanzar en estas premisas». (por Sergio Amici)